NOTA DE PRENSA
La plataforma TRANS * FORMA LA SALUT, creada por el colectivo de personas trans y formada por 6 asociaciones catalanas y por activistas independientes (a la que se han adherido hasta el momento 22 entidades y más de 580 personas), ha exigido a la Generalidad en rueda de prensa esta mañana que “se cumpla la ley 11/2014 del 10 de octubre”, conocida como la ley anti LGTBIfòbia. Esta plataforma, la más importante de Cataluña, ha reclamado un nuevo modelo sanitario para el colectivo trans.
TRANS * FORMA LA SALUT representa la mayor alianza TRANS constituida hasta ahora en todo el territorio catalán. Nace con la intención de denunciar y exigir la desaparición del modelo actual de salud patologizando y dar paso a un nuevo modelo integral, respetuoso y sostenible de atención a la salud de las personas trans. Esta mañana, la Plataforma ha sido recibida por la presidenta del Parlamento Carme Forcadell y acto seguido se ha registrado una “Queja por discriminación y vulneración de los derechos fundamentales y propuesta de un nuevo modelo de atención a la salud de las personas trans”. Los y las portavoces de la plataforma han expuesto el documento presentado, que se muestra como un trabajo consensuado y abierto dentro del colectivo trans y que propone un modelo que significará un cambio de paradigma absoluto tanto en el modo de transitar como en la manera de ver, sentir y vivir la cuestión trans.
En la queja presentada, se pone de manifiesto que a pesar de las legislaciones específicas aprobadas por los diferentes países y comunidades (Declaración de Principios de Yogyakarta, ONU, 2007), incluida la ley catalana 11/2014 del 10 de octubre, que establece que ” las administraciones públicas de Catalunya, en las líneas de actuación relativas a la salud y el sistema sanitario, deben velar por que la política sanitaria sea respetuosa hacia las personas LGBTI y no trate directamente o indirectamente la condición de estas personas, especialmente transgéneros e intersexuales, como una patología “(artículo 16.3, apartado de Salud), según TRANS * FORMA LA SALUT” esto no se está cumpliendo “.
Actualmente en Catalunya la unidad de referencia en el sistema público de salud es la UIG (Unidad de Identidad de Género) del Hospital Clínico, que trabaja bajo un paradigma biomédico mediante el diagnóstico de disforia de género, es decir, presupone que las personas trans sufren algún tipo de patología. El acceso a la atención sanitaria, es decir a todos los servicios (endocrino, cirugías, otros) se condiciona a este diagnóstico: si la persona no “encaja” en los parámetros de este diagnóstico y en uno de los dos géneros estereotipados desde el binarismo hombre – mujer, no se facilita el acceso al circuito sanitario. Este modelo de “talla única” impide que las personas puedan definirse y progresar en su camino de vida con libertad. La dignidad y el libre desarrollo de la personalidad son derechos humanos recogidos en la constitución. Ningún médico debería poder decidir quién eres ni si “mereces” acceso a la cartera de servicios médicos. El acceso a estos servicios condiciona el día a día de la persona que tiene que vivir y socializar, y la expone a la discriminación. Es una cuestión vital.
Según abundantes testimonios recogidos de personas trans, en esta unidad las personas no se sienten escuchadas, se las tutela y se las fiscaliza. No se respetan las decisiones ni los tiempos de cada persona. Para acceder a los tratamientos médicos se ofrece un circuito completamente estandarizado que comienza con test y evaluaciones basados en modelos rígidos y obsoletos sobre cómo deben ser las personas trans. Quienes superen estos test reciben tratamiento hormonal y terapia de grupo de forma obligatoria para poder acceder a las intervenciones quirúrgicas. En este punto, las listas de espera son opacas y están saturados (15 operaciones al año, que supone un tiempo de espera de hasta 25 años). Las personas que no superan los test porque no cumplen los estereotipos quedan excluidas del sistema sanitario.
Ester Pérez, de Chrysallis (Asociación de familias de menores trans), hizo hincapié en la falta de conocimientos del estamento médico en cuestiones de transexualidad, así como en la necesidad de sensibilizar también a los profesionales. “Como padres necesitamos acompañamiento, mucha información, una escucha activa y respeto a las decisiones familiares.” También ha destacado que “A nivel internacional se ha determinado que los menores tienen capacidad de decidir de acuerdo a su grado de madurez y se les reconoce también el derecho del libre desarrollo de la personalidad.” Por ello, “no se puede privar a los menores de determinadas necesidades como se está haciendo.”
Alex y Griselda, activistas de Jóvenes Trans, han reivindicado la pluralidad de la realidad de los jóvenes trans y las dificultades que se encuentran desde el momento en que las familias y los estamentos públicos les imponen recorridos médicos y vitales que no se ajustan a sus vivencias, condicionadolos en esta etapa de búsqueda de la propia identidad. Han hecho hincapié en que más allá de los casos particulares, se trata de denunciar la violencia estructural del sistema. Los jóvenes no se conformancon etiquetas cerradas y reivindican la libertad de explorar todas las opciones posibles dentro del universo trans.
En esta línea, la abogada Laia Serra expuso que la transexualidad es una diversidad de género más, y como tal, cuenta con diferentes resoluciones y declaraciones a tener en cuenta de las Naciones Unidas, del Consejo de Europa y del Parlamento Europeo . En el marco catalán la ley 11/2014 insta a no tratar la condición trans como una patología y que en la constitución española se prevé, a la luz de los tratados internacionales, la libre determinación del género. Por tanto, a estas alturas, no se está cumpliendo la legalidad en el trato del sistema sanitario hacia las personas trans, ya que las personas se tutelan, no se protegen, y se les niega la posibilidad de desarrollar su identidad libremente. Como ejemplo del cambio que se pretende a la larga, se cita el caso de la homosexualidad, que en los años 70 y 80 constaba aún en los manuales de trastornos psiquiátricos y que, gracias a la lucha social, ahora es tratada como una sexualidad más.
La activista independiente Laura Brustenga detalla la propuesta de nuevo modelo para la salud que Trans * forma la Salut ha presentado a los grupos parlamentarios: un modelo biopsicosocial inclusivo basado en dos modelos preexistentes, uno desarrollado en Canadá desde 2003 y lo que lleva a cabo la unidad Tráfico en Barcelona desde 2012, que exclusivamente a nivel ambulatorio, escucha, acompaña y facilita una atención individualizada a las personas trans. El nuevo modelo parte de que la transexualidad no es diagnosticable, sino una expresión más del género. La persona trans tiene derecho a decidir por sí misma cómo y en qué ritmo quiere transitar y merece un trato de respeto a su voluntad y de aceptación de sus particularidades, sin ser víctima de los prejuicios ni los estereotipos. La propuesta prevé que a partir de la unidad Tráfico de Barcelona haya un despliegue en todo el territorio catalán, con equipos multidisciplinares que a nivel ambulatorio acompañen las personas trans y su entorno afectivo en el tráfico tanto físico como psicológico, con apoyo psicoterapéutico si es requerido libremente por la persona y con asesoramiento y seguimiento médico, entre otras funciones. Se destaca que el modelo incluye que personas trans formen parte de los equipos de estas unidades asistenciales así como la implicación y supervisión directa de los colectivos trans en todo el proceso de implantación y desarrollo del nuevo modelo. Un modelo que apuesta por la formación de los profesionales. Un modelo inclusivo con todas las diversidades y etapas de la vida.
Cierra la presentación Nac Bremón, activista Asociación Trans * Generemo! , Que detalla las peticiones que se han presentado: la implantación del nuevo modelo a partir de Tráfico, que asumirá todas las competencias dentro del plazo de un año para que en un período posterior de 4 años se haga la implantación definitiva en toda Cataluña. Todo el proceso se hará contando con la participación de personas trans y sus colectivos junto con profesionales del Servicio Tráfico que asesorarán al Departamento de Salud. Se dotará de más recursos para equiparar las listas de espera de las intervenciones quirúrgicas en el resto del sistema público y se revisarán los casos de quejas sobre la atención recibida en el pasado.
“Nunca más actuaciones sanitarias, políticas, sociales y educativas para el colectivo trans sin contar con la voz de las personas trans.”