Quizás parece que no nos corresponde a nosotr@s el tema, pero lo encontramos muy interesante.
El último fin de semana en la final de copa de fútbol entre el Atlético de Bilbao y el Barça la pitada al himno español fue espectacular. A pesar de los decibelios de la megafonía no se pudo oír el himno.
Esta silbada está siendo discutida larga y ampliamente, no nos toca a nosotr@s juzgarlo en este editorial, ¿o si?
De forma casi inmediata a la silbada el Gobierno ya presentó una querella. En pocas horas la audiencia nacional la desestimó. Pocas horas después ya se estaba planteando la necesidad de un cambio legislativo que no permitiera la libertad de expresión con respecto a los símbolos del estado, pocas horas después la comisión antiviolencia en el fútbol ya ha actuado … y aún podríamos seguir ampliando la lista.
Pocos problemas parecen haber si el centro de la política es este, mientras la precariedad aumenta, las mujeres siguen siendo agredidas, maltratadas y asesinadas y las agresiones a lesbianas, gays, trans, bisexuales … se toleran a pesar del código penal y las leyes aprobadas (aún sin desarrollar)
Y… sólo una pregunta… ¿os imagináis la misma preocupación, centralidad y celeridad en un caso de agresión LGTBfoba? Es sólo una pregunta.