Ya hace días que lo que ocurre en la vida de las personas refugiadas que huyen de la guerra en Siria es un escándalo: criaturas, hombres, mujeres, personas mayores, con discapacidad .. y personas LGTB que permanecen invisibles y que cuando llegan, huyendo de la violencia, encuentran una Europa que les cierra las puertas, las oportunidades y los trata de forma indigna. ¡UErgüenza!
Hace unos días que corre una noticia, unas imágenes, un vídeo de dos homosexuales marroquíes vejados, agredidos, sangrantes, expuestos. En Marruecos la homosexualidad está prohibida y las agresiones son frecuentes, lejos de proteger a las personas del colectivo el gobierno de Marruecos, uno de los aliados de la UE y de España, amenazan con perseguir y castigar a las personas del colectivo que quieran vengarse de las agresiones sufridas. Aún así las asociaciones de derechos de la comunidad LGTB de Marruecos salen a la calle y denuncian. ¡Sin miedo!
Sin miedo y con mucha vergüenza de lo que pasa, de lo que dejan que pase. Sin miedo y con vergüenza de la falta de políticas, la falta de sensibilidad, la priorización del mercado frente a los derechos. La LGTBIfòbia no es ninguna broma, la sufrimos en el país (más de 50 agresiones en Catalunya en los últimos catorce meses según el Observatorio contra la Homofobia) y vemos cómo la sufren a otros países o personas que son como nosotros y buscan refugio huyendo de la violencia. O como la padecen aquellas y aquellos que se visibilizan y rompen esquemas y luchan contra las amenazas como la comunidad en Bangladesh.
Seguiremos denunciando sin miedo y esperamos que pronto podamos dejar de sentir vergüenza.