Que la diversidad familiar es un hecho lo sabemos, y no hay que gastar mucha energía en intentar demostrarlo. Lo que sí podemos hacer es intentar explicarla. Y para explicar la diversidad familiar a los niños y niñas, hay más de uno y más de dos cuentos desde hace muchos años.
Me parece recordar que lo primero que yo tuve en las manos fue el entrañable Martona vive con Erik y Martín de Susanne Bosche y Andreas Hansen y publicado en 1986 por el Instituto Lambda. De entonces hasta ahora ha aumentado muchísimo la bibliografía que recoge cuentos que permiten que los niños se sientan identificados con los personajes, porque viven y tienen un modelo familiar como el suyo. Uno de estos álbumes ilustrados es lo que nos muestra 83.521 modelos familiares diferentes!.
Se trata de familiares, de Mar Cerdà (Ed. Comanegra, 2014), que nos muestra de una manera muy sencilla y muy directa, que las combinaciones familiares son muchas, miles, pero ni así pretende ser exhaustivo. Y nos invita a que si no encontramos la nuestra, que creemos nuestros personajes y los peguemos en la última página. Porque en una familia, la diversidad tanto puede venir por el número de adultos en la familia, como por las generaciones que conviven juntas, por su sexo, o su orientación sexual, o por su identidad de género, o por el color de su piel, o su país de origen, o sus creencias … ¿Cómo puede variar la forma que las hijas y los hijos han llegado a esta familia: hijos e hijas biológicas, por adopción nacional o internacional, por reproducción asistida con inseminación o fertilización in vitro o ROPA (donación de los óvulos de la pareja no gestante), de acogida, por gestación subrrogada … Familias reconstituidas a partir de parejas anteriores que pueden ser heterosexuales u homosexuales …
Así pues, si hay 83.521 combinaciones familiares posibles, quien puede otorgarse la autoridad suficiente como para afirmar que uno de estos 83.521 tipos de familias es el bueno? El legítimo? El auténtico? ¿Por qué aún hoy cuesta tanto ver y aceptar la inmensa diversidad que incluye el concepto familia?
Esta gran diversidad familiar se ve cada vez más en las aulas de las escuelas de nuestro país, en la calle. Existe. Pero aún es poco visible en los medios de comunicación convencionales, los materiales educativos, en la publicidad … Es ausente especialmente en los documentos impresos que constantemente tenemos que llenar los centros educativos, a las consultas médicas, o los equipamientos de ocio. Por eso sigue siendo tan necesario dar voz y visibilizar las diferentes formas de conformar una familia, y así superar los juicios de valores que clasifican algunas familias como más “naturales”, “auténticas”, o “válidas”. Cuando además, en nuestro país, mucha de esta diversidad familiar que hemos recogido, es legal. Y digo mucha, que no toda, porque todavía tenemos que avanzar y mucho en el reconocimiento y protección de la diversidad familiar.
El día 15 de mayo se celebra el día internacional de las familias, y este año coincide con la conmemoración del 15 aniversario de una asociación de familias que ha luchado, y mucho, por el Reconocimiento y la dignidad de sus miembros adultos y niños. Se trata de la FLG, la Asociación de Familias LGTBI.
En el año 2001, fruto de una primera convocatoria y posterior encuentro de familias de dos madres y dos padres, nació la asociación de familias lesbianas y gais. Hace ya 15 años de aquel primer encuentro, y la FLG ha crecido en personas asociadas, en la atención y apoyo a las familias, en retos sociales y legales conseguidos, en criaturas y, como no podía ser de otra manera , ha crecido en diversidad familiar dentro de la propia diversidad. Por este motivo ha pasado de llamarse Asociación de Familias Lesbianas y Gais, a llamarse Asociación de Familias LGTBI.
Cuando en los inicios se hizo todo un proceso de reflexión conjunta para poner nombre a esta realidad familiar que pretendía luchar por los derechos de sus niños y niñas, se consensuó la necesidad de que en el nombre de la entidad se hiciera explícita cuál era la realidad de las familias que la conformaban: mujeres y hombres lesbianas y gais con hijas e hijos, o con ganas de tenerlos. A pesar de que la invisibilidad de las mujeres lesbianas ha sido y sigue siendo un hecho, casi en todas partes, esto no es así precisamente cuando hablamos de filiación. Tanto al inicio de la entidad en 2001, así como en la actualidad, la gran mayoría de familias de la FLG está formada por madres lesbianas. Eran de forma muy mayoritaria, familias formadas por dos madres, dos mujeres lesbianas, y por ello, con ganas de ser fieles a la realidad social existente, e incluso con ganas de avanzar en ella, la FLG posicionó en su nombre las lesbianas ante los gais. Con el tiempo, las familias gais al FLG han ido en aumento y, también ha llegado un momento este 2016, que se ha considerado necesario hacer visible en el nombre de la entidad a las familias trans, bisexuales e intersexuales. Sabedoras de las dificultades aún mayores para las personas TBI, que supone poder formar una familia.
La facilidad biológica de las mujeres a la maternidad es un hecho incontestable, pero también lo es la facilidad social a la hora por ejemplo, de acceder a la adopción. En el Estado español, una mujer sola, sin pareja masculina, puede optar a la maternidad gracias a la reproducción asistida desde el año 1988. Este cambio en la legislación abrió las puertas no sólo a las mujeres solas, sino evidentemente, a las parejas lesbianas. Lo mismo ha pasado con el acceso a la maternidad por adopción. Siempre que la que adoptara legalmente fuera una mujer sola, aunque de facto, compartiera proyecto e ilusiones con otra mujer, su pareja, la adopción era posible y socialmente aceptable, incluso antes de marzo de 2005.
Por lo tanto, la diversidad familiar en lo que respecta a la homomaternidad es factible, legal y frecuente desde hace ya casi 30 años en nuestro país. Situación totalmente diferente de lo que ha pasado y sigue pasando en países vecinos tan cercanos como Italia o Suiza, por poner sólo un par de ejemplos.
El acceso a la paternidad de los hombres que no tienen pareja femenina, no ha tenido socialmente ninguna facilidad. Todo lo contrario, ha sido estigmatizada, puesta en duda, menospreciada como debilidad y en general, nada protegida. Los padres gais han tenido que hacer un sobreesfuerzo para demostrar que podían ser tan buenos padres como cualquier otra familia. Además, el acceso a la paternidad ya sea en solitario o en pareja de hombres no ha sido ni sigue siendo fácil. Durante muchos años, sólo fue posible teniendo cuidado de los hijos de parejas heterosexuales anteriores. Posteriormente los hombres solos, pudieron acceder a la adopción en algunos países, antes de que fuera aprobada en nuestro la adopción conjunta por parejas homosexuales, el 31 de marzo de 2005. Y finalmente, la homopaternidad ha ido aumentando con los años, sobre todo gracias a la gestación subrogada en el extranjero, que ha facilitado a un sector de hombres gais con recursos económicos, el acceso a la paternidad.
Y esta es sólo una pequeñísima muestra de las más de 83.521 posibles familias que existen. Muestra que por otra parte, ha alcanzado reconocimiento legal en Catalunya con la ley 3/2005 ya citada, que posibilita la adopción de las criaturas por los dos miembros de la pareja, independientemente de si están casados o no. Y por la ley española de julio del mismo 2005 que garantiza el matrimonio igualitario para las personas del mismo sexo. Además, Catalunya aprobó en noviembre de 2014, la primera ley para erradicar la homofobia. Esto quiere decir que, por ley, los derechos de las personas LGTBI, y las hijas e hijos de personas LGTBI, están reconocidos y protegidos. Ahora bien, queda camino por recorrer. Necesitamos la implementación de todos los artículos de la ley 11/2014 que deben garantizar, entre otros, la igualdad de oportunidades y la eliminación de todo tipo de discriminación en todo el sistema educativo formal y no formal, y en los materiales formativos. Asimismo, las administraciones públicas de Catalunya deben procurar que la documentación administrativa se adecue a las relaciones afectivas de las personas LGBTI y en la diversidad de familias existente.
Y si no es así, si se humilla, se rechaza o desprecia, se acosa y se agrede, y se incita, de forma intencionada, a la violencia contra las personas y familias por causa de la orientación sexual, la identidad o expresión de género; se está infringiendo la ley.
Sólo de esta manera podremos empezar a entrever una igualdad real y efectiva en las escuelas, en la calle y en los medios de comunicación. Mientras tanto, haremos una gran fiesta el día 29 de mayo y, con motivo del día internacional de las Familias, celebraremos que las familias LGTBI existimos, somos posibles y legales, y que seguimos luchando por la igualdad plena.
|
Elisabet Vendrell es licenciada en Biología i Profesora universitaria. Es miembro de la asociación de Famílies Lesbianes i Gais desde su inicio en 2001, entidad de la que fue presidenta desde 2005 hasta 2012; también presidió la FLG-Asociación de Familias LGTB de España desde 2009 hasta 2012.
Fue la primera Vicepresidenta del Consell Nacional de Lesbianes, Gais, Dones i Homes Transsexuals i Bisexuals de Catalunya; asimismo fue Coordinadora de la Red Estatal de Asociaciones de Familias LGTB de España;y Secretaria de la Federació de Famílies Plurals de Catalunya. |