Las dificultades del voluntariado LGTB en comarcas
Ser persona LGTB, y por extensión voluntario o voluntaria, es en comarcas más difícil que en la capital, Barcelona. En la ciudad, por lo tanto, se reduce la presión que es lo que facilitaría la visibilidad del colectivo: hay una mayor sensación de libertad.
Pero ser persona LGTB en comarcas es, cada vez, menos complicado y hay gente que lo reivindica ante la salida “fácil” de irse a Barcelona.
Un voluntariado, el de comarcas muy centrado en la visibilidad de proximidad: se hace necesario tener referentes locales. Así como la creación de espacios de encuentro y el desarrollo de servicios que necesita el colectivo. La reivindicación también forma parte del ADN del voluntariado de comarcas. Especialmente en el FAGC Girona que se creó en tiempos más hostiles, a finales de los 80 del siglo pasado.
Entre las entidades los dos casos más paradigmáticos y diferentes en el territorio encontramos el de Sitges y el de Girona. En el caso gerundense ha sido el FAGC, nacido en Girona en 1988, la entidad decana del movimiento LGTB fuera de Barcelona y tiene la particularidad que es la primera localidad, aparte de la capital catalana, que cuenta con un Consejo Municipal LGTB.
Su voluntariado se concretaba en activismo social: ningún caso de LGTBfobia sin respuesta. Su voluntariado también promovía medios de comunicación propios como por ejemplo la revista Matissos o Guirigai, un programa semanal en Radio Salt.
Por su parte, Girona Orgullosa, que nació en 2010, trabaja con voluntariado más vinculado a actividades lúdicas, de espacios de encuentro y servicios. En Girona también actúan Brot Bord, Sin vergüenza y el Grupo de Lesbianas de Girona.
En Sitges ha convivido la LGTBfobia contra los autóctonos con la tolerancia con el visitante extranjero que ha llevado a esta localidad a ser un destino turístico LGTB internacional. El asociacionsimo LGTB en el municipio nació con AFGAL, que agrupaba los empresarios de ambiente de la localidad, y posteriormente Gay Sitges Link, una entidad abierta a la ciudadanía.
H20 trabaja en el ámbito de la comarca del Campo de Tarragona y tiene, desde los 2000, un mayor acento reivindicativo. Desde H20, como desde otras entidades del territorio, se ha trabajado mucho las sinergias con las entidades locales para arraigar y tener presencia social. En su voluntariado también se trabaja los medios de comunicación como por ejemplo la revista Colors que ha cumplido siete años de existencia.
Brot Bord también actúa en el ámbito tarraconense. Reus acogió en 2010 el primero Catalunya sin armarios, unas jornadas por visibilizar el hecho LGBT en todo el territorio y para cohesionar el movimiento LGTB catalán que este año se ha hecho en Vic.
En Vic la primera asociación LGTB es muy reciente, Talcomsom nace en 2010 y cuenta con diferentes ámbitos de trabajo como por ejemplo el social, el cultural y el que ofrece servicios.
Este año se ha producido la creación de un embrión de entidad LGTB en Terres de l’Ebre. Un grupo de personas se han organizado con motivo de la manifestación descentralizada que cada año organiza la Comisión Unitaria 28 de junio, que agrupó a centenares de personas y fue la primera que se había celebrado en Tortosa.
En último lugar, está caso de Som com som que lleva seis años como grupo LGTB en Sabadell que ha trabajado la reivindicación pero que también ha sido espacio de encuentro. A pesar de ser una ciudad mediana, las opciones de voluntariado se ven afectadas por la proximidad de la capital.
La existencia del Consejo Nacional LGTB permite generar red entre los colectivos y reforzarlos. que ha llevado a iniciativas de visibilización en el territorio como la jornada Catalunya sin armarios. El trabajo conjunto a partir de la Plataforma Lgtb.cat también ha dado el impulso definitivo a la ley por los derechos del colectivo LGTB y contra la LGTBfobia. Un voluntariado necesario para crear referentes cercanos y servicios y espacios de encuentro que hagan posible ser persona LGTB en comarcas de forma plena.