La LGTBfobia mata
EDITORIAL
Estamos a las puertas de un importante debate parlamentario sobre la ley los derechos de las personas LGTB en el Parlamento de Catalunya, conscientes de que hace falta dar pasos hacia adelante para luchar contra el odio por orientación sexual. La LGTBfobia es una enfermedad social, una enfermedad provocada por el odio.
Leemos con asombro que en los EE.UU. una madre mató a su hijo de 4 años porque “su hijo caminaba y actuaba como un gay “. La madre de un niño de 4 años, 4 tiernos años, no dudó en avisar a su compañero y ambos no dudaron en agredir hasta la muerte a una criatura, por la sospecha de que podía ser gay.
El pequeño Zachary fue agredido con violencia, fue golpeado repetidas veces con un objeto contundente en el abdomen y murió a consecuencia de los golpes recibidos. Esto fue en el año 2012, ahora la justicia condena a la madre y su compañero, que se reconoció culpable. La LGTBfobia mata!
La LGBTfobia sólo puede combatirse con la educación y con amor. Educar a la sociedad, nuestras hijas e hijos, las personas, los colectivos… educar no ya en la tolerancia sino en el respeto a la diferencia. El hecho de parecer, ser o “caminar y actuar como…” ¿provocan rechazo y odio? El hecho de ser diferente debe ser un hecho normalizado y aceptado, una base para la convivencia y el diálogo.
En pocos días las familias LGTB llevarán a cabo un encuentro en la que hablarán de los valores que transmite la educación: el respeto, el amor, el diálogo… las bases para la propia aceptación, las bases para una sociedad más justa y libre en la que podamos vivir felices amemos como amemos. Demostrarán que las familias se basan en el amor y el respeto, sea cual sea la orientación sexual de los padres y madres.
“Ama como quieras” es uno de los mejores lemas de la historia del movimiento, un lema con el que combatimos la LGTBfobia, pero no olvidemos. No olvidemos el pequeño Zachary ni muchos y muchas como él que han sido víctimas del odio y los prejuicios, porque sería matarlos dos veces. La LGTBfobia mata, no permitamos que siga pasando.