Reconstrucción de la pandemia en clave LGTBI
Por Carme Porta
La pandemia mundial de coronavirus ha puesto sobre la mesa la debilidad del respeto a los derechos humanos fundamentales en algunos casos. A menudo se ha denunciado que bajo la protección sanitaria se estaban dictando nuevas normas de recorte de las libertades y los derechos humanos.
En concreto, el colectivo LGTBI ha denunciado agresiones LGTBIfobicas y falta de atención a la exclusión social y económica que sufre en muchos países. En este sentido, también en las propuestas para la reconstrucción global, después de la gran ola de la pandemia, se ponen propuestas sobre la mesa desde la perspectiva LGTBI.
El pasado 17 de mayo, día internacional contra la LGTBIfobia, 96 expertas y expertos en Derechos Humanos de las Naciones Unidas hicieron público un llamamiento: ‘Covid-19: El sufrimiento y la resiliencia de las personas LGBT deben ser visibles e informar las acciones de los Estados ‘en la que analizaban la situación de desigualdad y instaban a los estados a visibilizar y proteger a las personas LGTBI en el contexto de la pandemia, aplicar los recursos necesarios para garantizar que las desigualdades de las personas LGTBI no aumentaran y se alinearan las políticas públicas con el respeto a los derechos humanos, contando con las organizaciones LGTBI por el diseño y la implementación de las políticas de respuesta a la crisis global creada por la Covid-19.
En el mismo sentido, cuando se habla de reconstrucción, las organizaciones reclaman tener un papel y, sobre todo, que se respeten los derechos humanos específicos para las personas LGTBI. ILGA se ha unido a 187 organizaciones para reclamar que “la emergencia de salud pública no agrave los conceptos erróneos, los prejuicios, las desigualdades o las barreras estructurales existentes, ni conduzca a un aumento de la violencia y la discriminación contra las personas de OSIEGCS – orientación sexual, identidad y expresión de género y características sexuales-varias”.
Ambas iniciativas reclaman el respeto y la no vulneración de los derechos de las personas y colectivos LGTBI, reclamando un papel activo y exigiendo a los estados el cumplimiento de la legislación de derechos humanos. La excepcionalidad de la situación ha permitido que muchos de estos derechos quedaran al margen de la realidad y, en muchos casos, se vulnerasen de forma grave no sólo en países en los que el colectivo no tiene estos derechos reconocidos sino también en estados democráticos en que se han cometido claros abusos policiales, como es el caso del Reino de España, o legislativos, como el caso de Hungría.
La LGTBIfobia de estado, ha seguido avanzando durante la pandemia, pero también se han producido algunos avances. América Central ya ha empezado a avanzar, con la aprobación en Costa Rica del matrimonio igualitario a finales de mayo. En Zambia una pareja gay condenada en 2017 a 15 años de prisión por su relación ha sido liberada. En Calgary (Canadá) se aprobó un reglamento que prohíbe las terapias de conversión, con sanciones que llegan a los 10.000 $. A Malasia el Tribunal federal ha autorizado la impugnación de la Sharia que considera las relaciones sexuales entre personas del mismo sexo como contraria al orden natural. Son avances de diferente nivel pero que han costado años de trabajo y presión por parte de las organizaciones LGTBI internacionales.
Los pequeños avances están y las reclamaciones para seguir adelante y no olvidar la perspectiva LGTBI en la reconstrucción de un mundo post pandemia son muchas. En este caso ILGA del Consejo regional de Latino América y el Caribe las ha desarrollado los Coronapapers, que quiere ser un espacio de reflexión y propuestas sobre las necesidades del colectivo en diferentes ámbitos desarrollando propuestas, tomando forma de artículos diferentes firmados por reconocidas y reconocidos activistas de Latino América y el Caribe sobre el impacto que ha tenido el confinamiento y la cuarentena de estos meses en la comunidad LGTBI.